Monday, August 1, 2011

Google

En la última década, Google ha intervenido hasta tal punto en el amplísimo mundo del internet que el verbo 'googlear' se ha convertido en sinónimo de 'buscar' dentro de las fronteras del mismo.

Lo que intenta Google es cubrir todas las necesidades de un usuario de Internet. Aparte del enorme inventario de posibilidades muy efectivas de búsqueda que tiene (empezando por búqueda de documentos, libros, hasta búsqueda de lugares; lo último que han introducido es la búsqueda por imágenes), tiene en su poder una ''aplicación'' para cada necesidad. Una adquisición muy inteligente fue Youtube, que ya antes de ser parte de Google era la página más popular para ver vídeos. Es de asumir que Google, al ver que su Google Videos no superaba a Youtube en usuarios, optó por adquirirla. Lo mismo se podría decir sobre Blogger, que junto con Wordpress es la web de blogs más utilizada de Internet. En la misma dimensión, para edición de textos ofrece Google docs, que es un servicio online: se pueden editar trabajos en línea, compartirlo con otros usuarios sin tener el problema de compatibilidad o de tener que subir el archivo. Se puede hasta debatir con tus compañeros mientras se escribe. Para comunicación y organización ofrece Gmail, que en efecto, y como prometen, padece menos spam y se ha convertido en un mail en el que muchos confían; Google Talk, que es un messenger disponible para Windows solamente (de momento), no ha tenido tanto éxito como sus demás aplicaciones; Programas rivales como Yahoo Messenger, Hotmail MSN o AOL siguen estando por delante. Puedes organizar tu tiempo con Google Calendar, y crear tu propio proyecto de página web a través de Sites. Google Groups es una especie de comunidad de foros: puedes crear tu grupo, invitar a los miembros y debatir sobre cualquier tema deseado. Tampoco parece tener el éxito de otras inciativas Google. En cuanto al mundo de las imágenes, nos ofrece Panoramio para explorar y subir fotos de todo el mundo. Haciendo uso de Google earth, las fotos aparecen situadas en el lugar exacto del mapa en el que fueron tomadas. Competencia, talvez, para el flickr de Yahoo!. Para edición de fotos adquirió Picasa, que es un programa de descarga gratuita, disponible para Windows, Linux y Mac. Incluso nos ofrece un programa de uso tan concreto como el Google SketchUp, de "modelado en 3D para todos".
Estaba claro que Google iba a intentar conquistar, tarde o temprano, el mundo de las redes sociales también. Y así lo está haciendo a través del recién lanzado Google+, que ofrece todo lo que ofrece Facebook (bajo otra visión), además de un servicio de comunicación vía webcam entre una cantidad ilimitada? de usuarios y un servicio de búsqueda integrado (Sparks) a la altura de Google. Cada vez más gente migra a Google Plus.
En resumen, Google intenta no solamente ser el buscador nº 1 de la red, sino que propone alternativas razonables a los dispersos programas que solemos utilizar para cada cosa. En la mayoría de los casos, como ya he expuesto, tiene éxito. En otros, todavía le queda mejorar.

Por supuesto que Google es una empresa más, y por tanto su objetivo es el de generar beneficios. Por lo que percibí en el vídeo, intentan dar la apariencia de una comunidad de personas que no están allí para trabajar y ganar dinero, sino para pasárselo bien y hacer del mundo un sitio mejor. Pero, aunque no sean tan transparentes como quieren aparentar, no los considero un peligro real con respecto a la manipulación de la información que poseen. Creo que es preferible publicidad personalizada a publicidad azarosa. En cuanto al manejo de nuestra información personal para otros objetivos que no conozcamos, ¿existe en verdad alguna garantía de que alguno de los sitios (diferentes a Google) en los que la publicamos no la utilice inadecuadamente? Somos dueños de nuestra información personal, y debemos considerar todos los riesgos al hacerla pública.

Llego, por tanto, a la conclusión de que lo que estamos debatiendo al fin y al cabo es el poder de libre albedrío de las personas, y no el de las grandes compañías.



¿Pero dónde está el límite entre lo práctico y lo peligroso, si estamos hablando de un monopolio? Si, por ejemplo, tenemos un único supermercado cerca de casa, este hecho supone: perder menos tiempo en buscar los alimentos deseados (pues están todos en el mismo sitio), pero disponer de un inventario limitado de ellos, y nunca probar nada nuevo. Este ejemplo es paralelo al de Google, con una excepción: en el caso del supermercado, estamos condicionados geográficamente; para ir a otro supermercado debemos sacrificar tiempo y dinero. Sin embargo, para buscar información a través de otro buscador, no tenemos que hacer más esfuerzos que para buscarlo a través de Google. Si necesitas información desnuda, y no confías en la objetividad de Google, siempre habrá otros buscadores a los que acudir. Es cierto que para el periodista perezoso o apurado, Google y el Internet en general puede suponer un descenso notable de la fiabilidad de sus publicaciones. En este caso se trata de simplemente hacer uso del libre albedrío. La discusión de Google como 'creadora' de la realidad me parece, pues, absurda. No me parece un problema real. No es una opción como la que se tenía antes: o ves estos canales de televisión, o no ves nada. En el momento actual, al menos en los países occidentales, el Internet está abierto a todo el mundo, sin ningún tipo de limitación conocida. Aun si estamos hablando de que las intenciones de Google cambien, ahora que casi poseen el monopolio, sigue siendo una herramienta entre tantas otras.

Friday, January 14, 2011

Freddie is alive

Tras un notable esfuerzo, teniendo en cuenta mi naturaleza tardía y perezosa, logré llegar al Palacio de los Deportes (¡a tiempo! - victoria digna de apuntar como prácticamente única), donde me esperaba aquél asiento por el que había pagado 20€ de más. 'Ja! Estúpidos mortales, teniendo que estar las 2 horas de pie en la pista y lejos del escenario...', pensaba ingenuamente una Ele virgen en lo que a conciertos y a 'Palacios de los Deportes' se refería. No fue pequeña la decepción que me llevé cuando comprobé que el que en verdad estaba lejos del escenario era mi preciado asiento. Los verdaderos privilegiados eran aquellos en la pista, que los iban a tener a tiro de piedra. Los primeros minutos, y antes de que aparecieran, no podía pensar en otra cosa... envidiaba a los de abajo y deseaba estar allí también.

Con canciones de rock n' roll de fondo (Elvis Presley sobre todo), el panorama era el siguiente:
(No creo que jamás haya odiado más a mi Olympus que en ese día... me excuso por la baja calidad de las fotos, es todo lo que pude obtener)

Con cada grito de los de abajo (aparte de envidiarles) miraba impaciente hacia el escenario, casi temblando, con la esperanza de verlos. En cambio, sólo había un señor vestido en unos pantalones piratas probando la guitarra.
De repente las luces se apagan, el humo sube y la pantalla cambia: en ella se ve una lluvia de estrellas (The Cosmos Rocks).


Se escucha la guitarra de Brian, y su imagen se hace visible de inmediato, junto con la de Roger Taylor y la de Paul Rodgers (antiguo cantante de los grupos Free & Bad Company). Suena ''Hammer to Fall'' y, en la medida en la que la guitarra de Brian me impresiona, la voz de Paul me decepciona. No me interpretéis mal, estaba bien, pero no tenía nada que hacer allí. Nadie sustituye a Freddie...

Siguen canciones como 'Tie your mother down' y 'Fat Bottomed Girls'. Después, Paul interpreta una canción solo, la cual pude soportar porque no era una de las que cantaba Freddie, era nueva. Sonaba bien y, pensé, no tenía una voz tan mala después de todo. Eso siempre y cuando cantara algo que le pegara. No era el caso de las canciones de Queen, las cuales pueden ser interpretadas, evidentemente, solo por Freddie.

Después del decepcionante intento de Paul Rodgers de sustituir a Freddie, éste salió (por fin, aunque no por mucho tiempo) del escenario, para dejarnos a solas con Brian May. Un sentimiento de alivio invadió mi cuerpo. Algo así como cuando vuelves a casa después de unas vacaciones muy largas (home sweet home...). Estoy segura de que el resto del público sentía exactamente lo mismo.
'-Are you going to sing with me? For Freddie?'
Era la primera vez que se escuchaba su nombre y, según nuestra reacción, este era el momento que todos esperábamos desde el principio.
Así, se escucharon las primeras notas de la canción 'Love of my life', la cual todos cantamos junto con Brian.

Posteriormente llamó a Roger Taylor, al que recibimos con mucho cariño.

'-We'll sing now an ancient spanish song' (aquí todo el mundo rió, aunque seguramente 90% de ellos la única palabra que entendieran fuera 'spanish').
Y cantaron ''39'.
Después, sonó un simpático solo en la batería de Roger Taylor.

Y ahora llega el momento más sublime de la noche: Brian se queda solo en el escenario (nuevamente) y el quejido de su guitarra al ritmo de la canción 'Bijou' me llega a lo más profundo del alma...

'You and me, we are destined you'll agree
To spend the rest of our lives with eachother
The rest of our days like two lovers
For ever
Yeah
For ever

My bijou...'

Cantaba Freddie desde las imágenes en la pantalla...

Aunque fueron meras fotografías, me sentí más cerca de Freddie de lo que me pudiera haber sentido nunca.

El show continuó con 'The show must go on', 'Bohemian Rhapsody' (empezada por Freddie pero injustificadamente terminada por Paul)... Al final cantaron ''All right now', esta vez por parte de Paul (Free).

Fue una experiencia única, y jamás olvidaré el sonido que desprendió la guitarra de Brian en 'Bijou'.

Freddie is alive, and always will be...


Tuesday, May 25, 2010

El vagabundo - imagino que...

...nerviosa, pasearé por la Calle Mayor sin rumbo, buscándole, aparentando sin embargo dirigirme hacia un punto exacto. Serán las 21h, y el cielo estará en ese exacto punto de transición del día a la noche en el que se observa de un color negro azulado, y las nubes aún se distinguen sin la ayuda de la luna. El aire olerá a rosas y a frescura, como suele ocurrir en la etapa primaveral. La calle estará plagada de familias y de adolescentes ruidosos. 'Malditos, pero si mañana trabajan. ¿Qué c**o hacen aquí?', pensaré.

Aparecerá entre los locales de Burger King y Oh La La, zona aparentemente preferida por él para el desarrollo de su... labor. Siempre se acerca, con su mirada de esquizofrénico asesino serial, a pedir unas 'moneditas para comer'. Pero, y basándome en un elaborado análisis estadístico acerca de la presencia del elemento ''suerte'' en mi vida, esta vez no se acercará a mí. No podría ser tan fácil. Estará mendigando a un par de señores, uno de los cuales, sorprendentemente, estará rebuscando en su cartera para brindarle probablemente una moneda de 50 céntimos. Me pararé en seco y me apoyaré en un pilar, fingiendo estar esperando a alguien, y a ratos mirando en su dirección. 'Pero por qué no viene?!', estaré pensando. 'Y si viene, ¿qué le digo? Y si se lo digo, ¿me dejará atrás e irá en busca de unos donantes gratuitos, pensando que estoy chiflada? ¿Y qué dirá la gente? ¡Aaaaaah! Me voy.'.

Esta vez rehuyéndole, me dirigiré a la contigua Plaza Cervantes. Me sentaré en un banco, miraré hacia la estatua de Cervantes, y continuaré pesando posibilidades. '¿Será posible que mi interés en su persona le intrigue lo más mínimo? ¿Necesita contacto humano o solamente quiere el dinero? ¿Cómo sentirá un hombre en su estado el aburrimiento? ¿Cuál será su percepción de la realidad? En esas condiciones, ¿cuales son los prejuicios que aún así prevalecen? ¿Y si está loco y acepta el encuentro solamente para convertirme en su víctima número x? Me consta que no soy la primera que hace algo así, pero es que este parece capaz de cualquier cosa...'. La curiosidad acabará venciendo los miedos, y, más confusa que decidida, me levantaré para volver a intentar abordarle.

Esta vez estará en la esquina de Burger King, cosa que me animará más, pues justo al lado hay una calle a la que le puedo 'atraer', para no estar en el centro de atención. El viejo de intensos ojos verdes, de mirada nada bondadosa , vestido con un pantalón vaquero, una camisa desabrochada los dos botones superiores y un chaleco, abandonará su suave paseo y su habitual posición de manos agarradas en la espalda para acercarse a mí y, como siempre, reclamar ''unas moneditas para comer''. Con voz temblorosa le diré ''Tengo algo mejor.'' Me mirará con los ojos abiertos en gesto exagerado y me preguntará ''Qué?'', ''Te daré 30 euros, incluso 50.'' Su mirada expectante me invitará a continuar. ''Solamente quiero que demos un paseo... cuando tú quieras. Y hablemos.''. 'El miedo al ridículo te acapara hasta en frente de un mendigo de mirada asesina. ¡Un mendigo! Eres tonta.' Mis pensamientos autocríticos se verán interrumpidos por su contestación: ''Vale, venga.'', ''Cómo, ahora?'', ''Sí, qué pasa?''. 'Así, sin preparar! Joder. Pero igual, a saber lo que ocurre en su cabeza: si quedaramos otro día y a otra hora, seguramente ni se acordaría.' Le desviaré hacia la Calle de Santiago, para dirigirme hacia la Plaza de las Bernardas, donde podremos sentarnos, sin muchas miradas curiosas examinándonos.
No se me ocurrirá ninguna forma original de iniciar conversación, estaré demasiado nerviosa.
''Me gusta tu ropa.'', escupiré en un desesperado intento de romper el hielo. Me mirará extrañado, sin contestar. 'Estás haciendo el ridículo.'
''La verdad es que te observo desde hace mucho tiempo. Años. Y tengo curiosidad. ¿Cómo llegaste a este estado?''
Sorprendentemente, su mirada se ablandará al tiempo que soltará un suspiro, sus labios pareciendo haber esperado mucho tiempo para contar lo que seguía.
''Yo estaba casado, ¿sabes? Era licenciado en filosofía. Tenía un puesto en la Universidad de Alcalá, mi mujer esperando nuestro segundo hijo. Vivíamos felices en la única casa situada en el Paseo de la Estación entre todos los bloques de pisos... sí, aquella amarilla, de apariencia extremadamente acogedora. Pero entonces, un oscuro día...''


Friday, December 18, 2009

Crisis financiera psicológica

Sí, soy una adolescente (en la práctica, en la teoría soy adulta). Y sí, a lo mejor no veo las cosas tal y como las ve un adulto. Y no, tampoco me creo experta en el tema aquí tratado, de hecho no me considero, ni soy, experta en nada. Lo que sí creo es que, de momento, sé hacer la diferencia entre realidad y ficción. No niego que, de vez en cuando, mi mente escape a un mundo imaginario, donde los vagos como yo tienen alguna mera posibilidad de vivir bien, donde pierdo los 345345 kg de más que arrastro desde que nací, donde tengo una vida social...; pero de esto es responsable mi rica imaginación, de momento mi mente es (relativamente) normal: sabe diferenciar entre lo que es y lo que NO es real.

Entiendo, sí, que un hombre que tiene una empresa, grande o pequeña, y entiendo que un economista afirme 'sí señor, estamos en un período de crisis económica', a ellos les creo de verdad. Sin embargo, al hombre común, que desde el mismísimo día en que empezó a trabajar nunca ha parado de quejarse debido a la mala situación económica, NO le creo. Muchas personas de las que dicen hoy 'Ay dios, qué mal van las cosas, en estos tiempos no encuentras trabajo, la crisis, LA CRISIS!!!', ahora mismo trabajan, mientras que, tal vez, hace 3 años estuvieran en su casa parados. NO importa que estén trabajando, no importa que tengan el mismo salario que antes de la 'crisis', no importa que su vida en verdad no haya cambiado. NO. Ellos están en crisis financiera. Lo que importa de verdad aquí es lo que diga la televisión, pues ¿quién o qué posee la verdad absoluta si no aquella caja sagrada llamada Televisión? Ave, AVE la televisión! Metería la mano en el fuego... no no, en una caja llena de pirañas, gusanos y abejas, por afirmar que si el hombre de clase media no hubiese visto durante 5 meses a diario la misma noticia, ni siquiera sabría de qué se trata. Es una crisis de peces gordos, no de pezqueñines. La única diferencia que ha supuesto la crisis para nosotros, las personas comunes, es que cuando nos quedamos sin trabajo, cuando no nos llega el dinero a fin de mes, como ha ocurrido SIEMPRE, en vez de echar la culpa al hecho de que hay demasiados extranjeros, o que el jefe es un cabrón, o que, Joder, qué dificil es la vida, como siempre hemos hecho, ahora se la echamos a la crisis.

No, no encuentro trabajo. Exactamente de la manera en la que tampoco encontraba hace 2 o 3 años. Soy parte de la clase media, no me queda otra que soportarlo! Buscar escusas y explicaciones estúpidas y hacerse dueño de unas palabras que dijo una vez alguien que de hecho sabía de lo que hablaba, no es ninguna ayuda. Si no te afecta y no tienes ni puta idea, cállate y sigue tu camino! Pero bueno, la gente se aburre.

Así llegué a la conclusión de que el hombre común es víctima de la 'crisis financiera psicológica'.

P.S.: Hablo del 'hombre común' en un sentido estrictamente económico, claro está.

El último descubrimiento científico: todo lo que toca la muerte se convierte en oro

Y, de nuevo sin ocupación y llena de pensamientos filosóficos superprofundos, descubrí por primera vez otra teoría anteriormente descubierta por 34345346 personas: la muerte tiene mano de oro. Adherida estrechamente a lo anteriormente mencionado, encontramos la clásica frase 'Era un chico tan bueno...', cuando en realidad en vida nadie le soportaba. Esto en el caso de los 'mortales'. El equivalente en el mundo de las estrellas: una vez muertos, se convierten en leyendas. Porque han muerto.

Como no podía ser de otra manera, fuí inspirada por la reciente muerte del coronado 'king of pop' Michael Jackson. Bueno. El tío fue una leyenda desde que empezó a dar sus primeras pisadas en el mundo de la música. Ok. Hizo historia. Ok. Probablemente haya movido mediante su música la mayor masa que es posible que mueva una sola persona y mediante la música. Ok. Murió, y nadie se lo esperaba. Ok. Los fans están destrozados. Ok. Todo al alcance de la simple mente de Anca Elena Chirila hasta aquí. Ok. Lo que trasciende a la mente de Anca Elena Chirila es ¿por qué C**o personas que no han escuchado en su puta vida voluntariamente una canción de Michael Jackson sufren profundamente por su muerte? A lo mejor queréis llamarlo sensibilidad, y a lo mejor a mí me queréis llamar insensible, pero, desde mi punto de vista, esto es hipocresía pura! ¿Cómo si no se explica la siguiente situación? (Hipotética, por supuesto):
Antes de muerte:
'1- ¿Te has enterado de que MJ va a hacer un último tour mundial, como de despedida?
2- ¿Qué? Lo que tú digas...'
Postmortem:
'1- ¿Te has enterado de que murió MJ?
2- ¿Que ha muerto MJ?!?!? Nooooo! Dios, era mi ídolo y mi modelo a seguir! No puedo vivir con este dolor! Esparce sus cenizas por encima de mi cuerpo desnudo!!!'

Voy a tomarme un respiro, que me alteré sola con esta situación hipotética.

Voy a explicarme, por si no lo hice ya lo suficiente. No digo nada: ha muerto, es algo triste cuando alguien muere. Pero mueren muchas personas. A diario. Probablemente a la hora. O al minuto. Tampoco se trata de falta de respeto: todo lo contrario, la verdadera falta de respeto es apenas saber quién es MJ y hacerte pasar por super herido cuando muere. Según esta regla, deberías 'sufrir' por cada persona que muere. Y mueren muchas. Yo digo que lo más sencillo es, si no sufres, no hacerte el herido, y ya está. Digo solamente, vamos.

¿Sensibilidad o hipocresía?

Monday, December 14, 2009

Indiferencia pública

Mensaje automático: Hola, y bienvenido al ‘Teléfono de rescate’ del Departamento de Policía de Springfield! Si conoce el nombre del crimen que se está cometiendo, pulse uno. Para elegir de una lista de delitos, pulse dos. Si está siendo asesinado, o está llamando desde un teléfono de disco, manténgase a la espera.


El caso arriba citado es uno de ésos que es gracioso exclusivamente por su absurdidad: piensas ‘¿Te imaginas que pase algo así en la realidad? ¡Es imposible!’. No crees que alguna vez vaya a pasar algo así. Pero pasa. Y en ese momento deja de ser gracioso.

Este es el caso de una amiga, la cual, teniendo a su madre inmovilizada en la cama y con intensos dolores de riñones, decidió llamar a la ambulancia. Los argumentos presentados por los servicios públicos para no enviar la ambulancia, algunos de ellos al menos, son los siguientes: su casa no está cerca de nuestro centro (tratándose de una ciudad como Alcalá de Henares, no caracterizada precisamente por su gran tamaño), ¡pero si estás en la calle! ¿como que tu madre está enferma?, llamad a un taxi. Gracias a Dios (sí, ése que está caracterizado por su inexistencia), lo que le pasaba no era nada grave y, al final, después de una agotadora lucha, han decidido enviar la ambulancia (la cual se tuvo que desplazar casi 3 km!!!!). Pero… ¿y qué hubiese ocurrido si de verdad le hubiese pasado algo grave? ¿Será que los funcionarios son inmunes a la concienciación sobre la imprevisibilidad de la vida? Lo que para una simple persona es ‘me duele aquí’, para un médico puede ser cáncer.

Esto es una prueba de que la mala organización de los servicios públicos no es una enfermedad sólo de los países subdesarrollados (que llevan en la mayoría de los casos ‘corrupción’ como apellido), sino también en países supuestamente avanzados, como España. Los operadores de los servicios de emergencia dan muestra de una incredulidad de ninguna manera justificable en circunstancias normales. No puedes esperar piedad, ni siquiera comprensión por su parte: están acostumbrados a oír a diario un gran número de casos trágicos, lo cual les induce a la indiferencia (de otra manera les sería imposible trabajar en un puesto similar). Llegados a este punto, puedo afirmar que la verdadera enfermedad de la que somos víctimas es la indiferencia hacia el sufrimiento de los demás. No existe término que describa el actual período de la humanidad mejor que éste: la indiferencia. Eso es lo que es el capitalismo, la ley de la jungla que ya de por sí nos caracteriza, multiplicada: cada uno para sí mismo, el más fuerte sobrevive, etc.

He aquí el problema base tanto en el caso que tratamos como, especialmente, en nuestra sociedad: mientras que tú luchas por tu vida, el operador que te atiende al otro lado de la línea lucha por su sueldo.

Tuesday, October 13, 2009

El sentido de la vida, lo juro!

Querida legión de lectores y admiradores imaginarios, me complace anunciaros que yo, Anca Elena Chirila, después de un largo período de tiempo en el cual, llena de ocupaciones y sin embargo sin ocupación y aburrida de la hostia, he tenido tiempo de pensar en todo tipo de tonterías, he descubierto nada más y nada menos que el sentido de la vida. Qué Sócrates, qué Platón, qué Nietzsche, Anca Elena Chirila! Así que, en esta entrada, voy a hacer como si fuera la primera que dice algo así, como si fuera más que consciente de que dentro de 3 milenios voy a aparecer en todos los libros de filosofía y que voy a ser el origen de diversas corrientes de pensamiento, como si vosotros fuerais mortales y yo no, como si no fuera consciente de que soy el ser humano más común que pueda existir y que permaneceré así para siempre. O sea, va a ser algo así como 'Filósofo por un día'.

Mi mente de niña en proceso de desarrollo cree que el sentido de la vida no es otro que el de evitar el aburrimiento. A lo mejor no sería así si fuéramos educados fuera de la sociedad humana (en el bosque con algunos animalitos, como Tarzán), pero dado que los lectores imaginarios de este blog han crecido en esta sociedad (porque me da la gana a mí, y porque si no probablemente no sabrían leer), les señalo a todos con el descaro camuflado que frecuentemente me caracteriza.

En primer lugar, vamos a decir que el hombre es un animal especial (jamás diré que NO es un animal), debido al hecho de que, aparte de las necesidades básicas, tiene otras adicionales de las que el resto carecen. Bueno, yo creo que existe una sola diferencia entre él y el resto de los animales: esquemáticamente dicho, en su mente existe demasiado espacio libre, de tal manera que necesita llenarlo con todo tipo de cositas a las cuales considera importantes y en cuya veracidad cree ciegamente, totalmente, al cien por cien. Así, en una sociedad 'avanzada', donde sobrevivir ya no es una preocupación sino algo normal, hay tiempo para inventar, pensar, filosofar. Por qué? Porque es necesario? No, porque de otra manera, nos aburrimos. Así que inventamos todo tipo de reglas y prejuicios en base a los cuales estructuramos nuestras vidas. Así que, tenemos tiempo y 'motivos' para ser nacionalistas, xenófobos, para 'ser mejores que otros', para crear grupos de todo tipo, para odiar y matar en su nombre. Mientras no nos aburramos, nuestra vida tiene sentido. Y, por muy crudo que suene, una vez alcanzada la certeza de supervivencia, esta es nuestra única preocupación verdadera: no aburrirnos.

Como ejemplo, la mayor parte de los filósofos, escritores, matemáticos, líderes anteriores al siglo XIX, han provenido de una familia no precisamente pobre. Todos han sido hombres cuyas necesidades básicas estaban cubiertas, a diferencia de la inmensa mayoría de la sociedad, que estaba demasiado ocupada intendando no morir; los ricos, en cambio, tenían todo el tiempo del mundo para pensar. O sea, se aburrían de cojones, así que, mira por dónde, resultaban filósofos. Así se llega a la conclusión de que la base de todos los conocimientos hoy en día populares no es otra que el aburrimiento. Ahora, en el siglo XXI, la supervivencia es algo tan evidente que hasta una adolescente mediocre como yo forma su 'propia' teoría sobre el sentido de la vida. Sinceramente, me siento liberada cuando pienso que, como ya dije anteriormente, el aburrimiento es el origen de la cultura y al mismo tiempo de nuestras preocupaciones idiotas de humanos. Este hecho le resta importancia a todas las cosas que ocurren alrededor, y, aunque en momentos felices esto no es una ayuda, en momentos tristes es un enorme apoyo. Así que, NO, en realidad a NADIE le importa quien es más inteligente y quien es más estúpido, quien tiene más poder y quien es un esclavo, quien sabe más y quien sabe menos, quien es más guapo y quien es más feo, quien es virgen y quien se ha tirado a medio continente, quien es bueno y quien es malo, quien va a la iglesia y quien no... todos estos son conceptos abstractos a los cuales nos empeñamos en aferrarnos para mentirnos a nosotros mismos creyendo que de hecho nuestras acciones tienen una mínima importancia a otro nivel que no sea el de la sociedad creada por nosotros mismos. Después de unas cuantas cuentas, se llega a la conclusión de que, de hecho, este nivel en sí, en lo que al universo se refiere, tiene una importancia NULA; no es ni lo que es un grano de arena en el enorme desierto del Sáhara.

Ves Platón? Tampoco era tan difícil. Jajaja.

Y ahora, si me perdonáis, tengo que irme: tengo un aburrimiento que evadir! Me tomará una vida.